Con sólo 17 años debutó con Millonarios, desde entonces llegaron triunfos para él con la selección juvenil en Bogotá y con la selección Sub-23 de Bogotá, en las cuales celebró varios campeonatos.
Por sí solo, el nombre de Ricardo Pérez tal vez no genere de inmediato el poder de recordación que surge cuando el apodo de ‘el Gato’ aparece, tal cual desde que era un niño. Con apenas 38 años, que aumentan cada 21 de julio, ‘el Gato’ puede decir que hoy ha sido jugador de fútbol, padre de familia, modelo, actor, presentador, profesor y hasta presidente…
Admirador de Romario, Ronaldo, Marco Van Basten y Jorge ‘Polilla’ da Silva, comenzó en un equipo llamado ‘Los monos de Santa Fe; fue en un partido contra Millonarios, el más acérrimo rival de la historia santafereña, cuando lo vio el profesor Delio Gamboa y le propuso ir a jugar al club del cual se declara hincha. En Millos debutó con 17 años de edad, luego de haber pasado por las selecciones juveniles de fútbol de la capital del país. Ese día, dirigido y gracias a la oportunidad que le brindó el técnico Miguel Augusto ‘el Nano ‘ Prince, hizo sus dos primeros goles como profesional contra el Cúcuta Deportivo, aunque confiesa que nunca ha llevado la cuenta de cuántas anotaciones marcó con la camiseta azul ni en su largo periplo que lo llevó también por América de Cali, Quanxing de China, Al Ahli, Al Ittihad y Al Hilal, de Arabia y Qatar, Liga Deportiva de Quito en Ecuador. Allí fue dirigido por Manuel Pellegrini, con quien tuvo la oportunidad de volver a jugar Copa Libertadores, la que ya había vivido y perdido cuando hizo parte de ese América que sufrió la derrota en la final del torneo a manos de River Plate en el Estadio Monumental en 1996.
"Nunca voy a dejar el fútbol, es mi pasión": Ricardo 'Gato' Pérez"
Su paso por Europa lo vivió en el equipo Académica, de Portugal, en donde la suerte no le acompañó ya que jugó poco, algo que le llenó de frustración, pues cree que pudo tener más suerte en el ‘viejo continente’. En 2004 regresó al club de sus amores para finalizar su carrera como jugador activo en 2006. Ésta también lo ha llenado de satisfacciones; las estadísticas hablan de más de 50 goles anotados con la azul de Millos, el título como campeón de Copa Asia en Japón con Al Hilal o haber vestido la camiseta de la selección Colombia, también han marcado sus momentos en ese fútbol que, dice, nunca va a abandonar.
Es su pasión y de ella no ha querido desligarse, aún cuando ha sido tentado por la pasarela y la farándula. Fue actor al lado de Robinson Díaz y Flora Martínez en ‘Vecinos’, producción del Canal Caracol, y presentador de ‘Fuera de lugar’ al lado de Laura Acuña en el Canal RCN, modeló para varias marcas de ropa y hoy es vocero de Gillette como parte de una campaña para invitar al público a disfrutar el Mundial de fútbol categoría Sub 20 de la FIFA. Cada día y cada actividad que emprende lo une más al fútbol, fiel a esa pasión que ya cumple 20 años y que hasta hace poco lo vio seguir siendo goleador, esta vez del torneo local del barrio Olaya, de nuevo con su Selección Bogotá.
Hoy la risa escapa de su rostro expresando la satisfacción que siente al ser la cabeza de su escuela de formación deportiva ‘Futbolmanía Gato Pérez’, en la que trabaja al lado se su socio, Ricardo Quijano y de Germán Gutiérrez de Piñeres, ex jugador profesional y referente del fútbol colombiano. A la vez saca tiempo para presidir el Club La Fortaleza, equipo de fútbol de la categoría B, con el que tiene el objetivo claro de ascender a la primera categoría, y seguir recorriendo su vida llena de opciones, libertades y aventuras, privilegios que siempre y sólo los gatos se pueden dar.
"SIEMPRE LO HE DICHO Y LO DIRÉ NUEVAMENTE, MILLONARIOS NO ES DE ESE EQUIPO PEQUEÑO QUE NO GANA NADA, AL CONTRARIO, MILLONARIOS ES UN EQUIPO GRAN, INMENSO, CON UNA HINCHADA ENORME EN DONDE ME INCLUYO, QUE SIEMPRE DEBE GANAR Y SER PROTAGONISTA DE CUALQUIER TORNEO, ESE ES MILLONARIOS"
Recuerdo que cuando me hice hincha de Millonarios profesaba un cariño especial hacia Ricardo “Gato” Pérez. Mi primer ídolo. Cómo jugaba ese tipo, era querido por la afición, un delantero bravo, que lo dejaba todo en la cancha y cuando le quedaban balones en el área, los metía. Era clave en la estructura que montó Umaña en el 97. Con el Gato había tranquilidad, pero por sobre todas las cosas, lo que más valoraba de él era su espíritu guerrero. Las corría todas, especialmente cuando el partido lo iba perdiendo. Siempre que el balón salía para saque de meta por parte del rival, Ricardo corría como loco a buscar la pelota para dejársela al arquero visitante y que no quemara tiempo. Más que sus goles, era esa actitud deportiva por la cual lo apreciaba más que a cualquier otro jugador del equipo.Pero se fue, muy mal ido por cierto. Terminó la temporada para Millonarios con ese famoso partido en el que debía golear al Cortuluá en Bogotá y que en Barranquilla, en el Metro, donde Junior casi nunca es goleado, Bucaramanga no le ganara por tres goles de diferencia. Junior perdió 4 – 0 (tres de esos goles fueron de penal sancionados por J.J. Toro, pero eso es otro tema) y acá Millos ganó 4 – 1. El “Gato” botó un penal. El propio jugador dijo en el 98 que en Millonarios “no quisieron comprarlo”. Entonces la culpa la tuvieron los directivos. ¿O no se quiso quedar? Las respuestas solo las tendrá él porque yo me quedé con la idea y siempre pensaré que fue “por unos pesos más”.
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